Teatro Social

Hay que transformar integralmente el teatro. No solamente el texto, o el actor, o la totalidad del espectáculo escénico. Hay que incluir también el espectador cuya actitud debe ser modificada. Ya no es una persona privada que “asiste” a un espectáculo organizado por gente de teatro, recibiendo un trabajo preparado por otros: ya no es solamente un consumidor, debe también producir. Sin participación activa de su parte, la representación queda incompleta. Incluido en el “evento teatral”, el espectador esta “teatralizado”. Ocurren menos cosas “en él” sino “con él”.

Bertolt Brecht, Escritos sobre el teatro.

“Al principio, el pueblo era el creador y el destinatario del espectáculo teatral, que podía entonces llamarse teatro ditirámbico. Era una fiesta de la que todos podían participar libremente. Después las clases dominantes se adueñaron del teatro y construyeron sus muros divisorios. Primero, dividieron al pueblo, separando actores de espectadores: gente que hace y gente que mira: ¡se termino la fiesta! Segundo, entre los actores, separaron los protagonistas de la masa: ¡empezó el adoctrinamiento coercitivo! El pueblo oprimido se libera. Y otra vez se adueña del teatro. Hay que derrumbar los muros. Primero, el espectador vuelve a actuar: teatro invisible, teatro forum, teatro imagen, etc. Segundo, hay que eliminar la propiedad privada de los personajes por los actores individuales. He tratado de mostrar algunos de los caminos a través de los cuales el pueblo vuelve a asumir su función protagónica en el teatro y en la sociedad.”

Augusto Boal, Teatro del oprimido, 1971.